ICE ya no sólo caza adultos: también va tras los niños

Por primera vez, menores inmigrantes son blanco directo de cartas oficiales que exigen su salida inmediata de Estados Unidos. Las misivas, enviadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), han generado alarma entre activistas, abogados y comunidades migrantes, particularmente en el estado de Illinois.
“Ella miente”, sentenció la pastora Julie Contreras al referirse a Tricia McLaughlin, secretaria asistente de Asuntos Públicos del DHS, quien aseguró al Chicago Tribune que “las acusaciones de que el ICE -Servicio de Inmigración y Control de Aduanas- tiene como blanco a los niños son falsas y buscan demonizar al sistema de procuración de justicia”.
Contreras, líder de la iglesia United Methodist Church en Lake County y directora del programa proinmigrante “Sueños Sin Fronteras”, asegura lo contrario: “Tengo en mis manos esas cartas. Sé a dónde llegaron. Sé a qué niños asustaron. No me vengan con que eso no pasó”.
Desde su iglesia en Waukegan, Contreras ha identificado al menos 12 menores que recibieron cartas oficiales del DHS notificándoles la cancelación de su permiso humanitario y exigiendo que abandonen el país. “La carta les ha traído mucho miedo y temor”, explicó. El contenido, según afirma, es abiertamente intimidante.
“Es hora de que salgas de Estados Unidos”, se lee en la primera línea de una de las cartas. “Actualmente te encuentras aquí porque el DHS te otorgó un permiso de entrada condicional… El DHS está ejerciendo su discreción para cancelar tu permiso, o ya lo ha hecho.”
Las cartas amenazan directamente a los menores con “enjuiciamiento penal, sanciones civiles, multas y cualquier otra acción legal disponible para el Gobierno federal”. Contreras califica la redacción como “brutal” y “cruel”: “Nunca había leído un texto tan violento del Gobierno federal contra un niño. Están causando terror. Son niños, no criminales”.
Contreras también denuncia que algunas madres han recibido propuestas para ser deportadas junto a sus hijos ciudadanos estadounidenses, o dejarlos atrás. “Eso también es una forma de persecución a menores. Nadie quiere separarse de su hijo”.
Aunque el DHS insiste en que las cartas responden a “errores administrativos” o “procesos migratorios estándar”, defensores y abogados no aceptan esa versión. Para ellos, estas cartas no son simples notificaciones legales, sino instrumentos de intimidación que provocan miedo y desinformación.
Según expertos como Lucas Guttentag, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), este tipo de documentos busca empujar a los menores a abandonar el país por su cuenta, sin comprender sus derechos ni recibir asesoría legal. “No son órdenes formales de deportación, pero lo parecen. Y muchos de estos niños ni siquiera han tenido audiencia ante un juez migratorio”, advirtió.
Por lo pronto, la pastora Contreras ha lanzado una red de iglesias, abogados y voluntarios para identificar más casos y brindar apoyo emocional y legal a los menores. También ha solicitado audiencias con congresistas y comenzó a documentar las cartas como parte de un dossier jurídico. “Esto no se trata sólo de papeles. Se trata de humanidad. De niños que huyeron de la pobreza o la violencia, y ahora son perseguidos por el país que les ofreció refugio”, afirmó.
Organizaciones como ACLU, el Centro Nacional de Derecho para Inmigrantes y la Red Fronteriza por los Derechos Humanos reportan casos similares en Texas, Arizona y Nueva York.
Delani y Xally: historias de miedo
Uno de los casos que más ha conmovido a la pastora es el de Delani Méndez, una joven de 16 años que decidió regresar sola a Veracruz tras recibir la carta. “Me tocó llevarla al aeropuerto. No dejábamos de llorar. Esta niña huyó del sistema que la amenazó en vez de protegerla”, relató Contreras.
Otra historia es la de Xally Morales, de 13 años. Llegó desde México escapando de un padrastro abusivo y fue reunida con su madre en Chicago. Tras recibir la carta del DHS, se refugió con su madre en la iglesia de Contreras.
“Trump quiere que regrese a México, pero ¿cómo puedo hacerlo sola?”, declaró Xally al Chicago Tribune. Desde entonces, vive encerrada en su casa, temiendo ser detenida por ICE. Su cumpleaños número 13 lo pasó en silencio, sin fiesta ni amigos, para no llamar la atención.
Agencias
México pide repatriación de detenidos
El Gobierno de México confirmó que 14 mexicanos se encuentran detenidos en el centro migratorio conocido como “Alligator Alcatraz”, inaugurado el 3 de julio en Florida por la administración republicana estatal. La presidenta Claudia Sheinbaum informó que ya se realizan gestiones diplomáticas para lograr su deportación inmediata.
Sheinbaum señaló que el Consulado de México en Miami investiga posibles violaciones a derechos humanos en dicho centro. Aunque el reciente informe de Human Rights Watch no incluye a “Alligator Alcatraz” -ya que aún no operaba al momento de la investigación- sí documenta abusos, tratos degradantes y muertes por negligencia médica en otros tres centros de detención en Florida: Krome, Broward y FDC Miami.
Entre los detenidos están los hermanos Carlos Martín y Óscar Alejandro González, de 26 y 30 años, arrestados el 7 de julio tras una supuesta infracción de tránsito. Carlos contaba con visa de turista vigente y boleto de regreso; Óscar, con esposa ciudadana estadounidense. Ambos fueron trasladados al nuevo centro, y hasta hace unos días, su abogada no había logrado contactarlos.
Su padre, Martín González, viajó desde México para solicitar ante ICE la salida voluntaria de sus hijos. El cónsul de México en Orlando, Juan Sabines Guerrero, calificó como “inédita” la detención de turistas mexicanos y anunció que propondrá a la Embajada de México emitir una alerta de viaje a Florida.
Según American Friends Service Committee, unas mil personas se encuentran detenidas en condiciones de hacinamiento en el centro desde su apertura.